Alejandro el Grande,
Quemó sus naves al llegar a Persia, con esto le dejó claro, a su ejército, que no había vuelta atrás. O ganaban la batalla o morían intentándolo.
Este acto no fue solo una estrategia militar, fue una declaración poderosa sobre la mentalidad que necesitas para ganar en la vida: la necesidad.
Cuando un hombre elimina sus planes de escape, cuando sabe que no tiene opción más que la victoria, se vuelve imparable.
La verdadera fuerza no se encuentra en la comodidad, sino en la necesidad de luchar por lo que quieres, como si tu vida dependiera de ello.
Así es como los hombres se vuelven más peligrosos, más enfocados y más decididos a conseguir la victoria.
Porque cuando no queda otra opción, el único camino es hacia adelante.
“No hay Plan B”

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