.Miguel Ángel Blanco
Hay un detalle de la autopsia de Miguel Ángel Blanco que siempre me ha resultado imposible de soportar... tras el secuestro de 48 horas, las mejillas de Miguel Ángel presentaban quemaduras, quemaduras que no habían producido las dos balas que Txapote (a la izquierda) le había metido en la cabeza... habían sido sus propias lágrimas, 48 horas sabiendo que iba a ser asesinado sumieron al joven Blanco en un llanto tan profundo y continuo que abrasó su piel. Alguien estuvo viendo llorar a un chico indefenso y atado durante dos dias y dos noches y luego se lo llevó al bosque, atrancó su arma y le metió dos tiros.
Hoy, el Ministerio del Interior, concede beneficios penitenciarios a ese tipo, para que esté más cerca de su familia y yo no puedo dejar de pensar en esas lágrimas... y el dolor no me deja dormir.
Y una pregunta merodea mi mente una y otra vez,
¿Por qué LOS PUTOS políticos no sienten ese dolor?
Rafa Suñer
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