No es fácil hacerse viejo.
Tienes que acostumbrarte a caminar más lento,
a decir adiós a quien eras y hola a quien te has convertido.
Es difícil envejecer, necesitas saber aceptar tu nuevo rostro
y llevar tu nuevo cuerpo con orgullo, y dejar de lado la vergüenza,
Hay que dejar que pase lo que tenga que pasar,
dejar que los que se tienen que ir se vayan
y los que se quieran quedar, se queden.
No, no es fácil envejecer, necesitas aprender
a no esperar nada de nadie,
a caminar solo, a despertar solo
y a no dejarte abrumar, cada mañana
por el hombre que ves en el espejo,
A aceptar que todo se acaba, incluso la vida,
a saber decir adiós a los que se van y recordar a quien ya se fue,
llorar hasta casi vaciarse, hasta casi secarte, por dentro,
para crecer nuevas sonrisas, otras ilusiones y nuevos deseos.
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