YO NO ME AFERRO A LA VIDA

 

Yo no me aferro a la vida,

porque sé, que estoy de paso

hay que vivirla sin prisa,

pues es el mejor regalo.

 

No me importan las arrugas

que la edad me va abonando

son trofeos que presumo

mientras sigo caminando.

 

Mi cuerpo, aunque lo cuido

de a poco se va gastando

me lo gaste con mujeres

con vino, poesía, y canto.

 

Me hice amigo de la parca

recibiendo guadañazos

tuve algunos muy cerca,

otros los fui esquivando.

recibí varias heridas

que el tiempo me fue curando

y me gané su renuncia

por mi ingenio renovado.

 

Hoy me deja andar tranquilo

porque tenemos un pacto

y el día que me reclame

¡Aquí la estaré esperando!

 

A mis amigos les doy respeto

de los otros, mejor no hablo

aprendí que te desgastas

en problemas sin recato.

 

A las mujeres no entiendo,

Pero cómo las amo

no hay que juzgarlas, me dicen

tan solo darles buen trato.

 

¡Son el regalo del cielo!

¡Son el tormento más grato!

¡Son sin pensar, el infierno!

¡Y nuestro paraíso anhelado!

                                                                                              Arturo Gil Ramírez