FERIA... FERIA DE ABRIL
Los típicos tópicos del andaluz
Un desarrollo que no ha cambiado su contenido en el tiempo.
Se sigue manteniendo los mismo esquemas de siempre, es decir una feria diseñada para el disfrute de los ricos, de ahí la privacidad de las casetas.
De 1052 casetas solo 16 son públicas, las casetas privadas están para el disfrute de sus socios con un poder adquisitivo alto, mientras las públicas juegan el papel de acoger a las personas menos pudientes que desean ir a la feria y no tienen donde meterse. Siendo la única opción las casetas publicas, o dar bandazos calle arriba, calle abajo, o mirar las casetas como escaparates.
Si logras entrar en una caseta de la mano de los socios, y quieres comer algo, con solo mirar los precios, se te quita el hambre, todo está proyectado para el disfrute de los adinerados.
La feria está planificada en la demostración y exposición de sus riquezas.
Durante el día los señoritos y señoritas montan sus caballos y carruajes con sus trajes y sombreros de ala ancha y las mujeres con sus trajes de gitanas y su clavel en el pelo.
Estos suelen juntarse en grupos de socios de diferentes casetas, invitándose unos a otros a lo largo y ancho del recinto ferial, mientras los reposteros y trabajadores les preparan sus casetas para sus comidas y borracheras.
Por la noche cambian sus trajes de caballistas por el traje de gala , gomina en el pelo y corbata en el pescuezo, mientras las mujeres van con sus trajes largos y los mantones de Manila bordao sobre sus hombros, marcando su estatus social y económico.
Tó la noche baile por sevillana, manzanilla y rebujitos, terminando con el cubata en mano hasta el amanecer.
Cuando el cuerpo no aguanta más, se retiran a dormir, pensando en el próximo día.
Ahora los trabajadores no cualificados organizan la limpieza de las casetas, que dejan aquello con mas mierda que el trapo de un afilador.
Al cierre de las casetas deambulan gente con poco recurso pidiendo algo de comida o los ves rebuscando en los contenedores de la basura.
Este es el contraste de la feria de Sevilla, mientras los ricachones derrochan sin sentido, los pobres no tienen ni para comer.
Fin del día y vuelta a empezar.
¿Casetas públicas o privadas?
Está cuestión siempre a generado múltiples opiniones al respecto la mayoría de sus casetas son privadas .Pero, ¿A qué se debe esta característica tan polémica?
En 1847 se celebró la primera Feria de Abril de Sevilla.
En aquel momento, la agricultura y la ganadería eran el motor económico tanto de la ciudad como del país. Con esta concesión comercial se abrió para Sevilla una oportunidad de crecimiento.
En esa primera feria hubo 19 casetas. Eran puestos de venta y tabernas públicas ubicadas en la calle San Fernando y el Prado de San Sebastián.
El Duque de Montpensier, el que fuera cuñado de la Reina Isabel II, montó en 1848 una «tienda» prácticamente a las puertas de su propio palacio en San Telmo y, dos años después, instaló la primera caseta privada en el real.
Según el historiador José Manuel Navarro «El Duque de Montpensier decidió en Sevilla instalar una tienda de campaña lujosa en el real para disfrutar del ambiente pero en un recinto privado, cerrado y vigilado por sus criados, para invitar a sus amigos y pasar la feria rodeado de sus iguales. En los años siguientes le imitaron los nobles y ricos de Sevilla y pronto el real se fue llenando de casetas privadas».
Origen e Historia de la Feria de Abril
La Feria, tal como la entendemos hoy, fue creada por iniciativa de dos concejales que solicitaron al Pleno la recuperación de las ferias de Sevilla, una en abril y otra en septiembre. Lo de recuperar tenía todo el sentido ya que el permiso para celebrar ambas lo otorgó Alfonso X el Sabio en 1254, seis años después de que su padre conquistara Sevilla. Los concejales fueron dos sevillanos de adopción: José María Ybarra (vasco) y Narciso Bonaplata (catalán).
El Pleno del Municipio solicitó de la reina Isabel II una Feria anual en abril, dejando la de septiembre para más adelante. Finalmente se aprobaron como días feriales el 18, 19 y 20 para no molestar a la feria de Mairena del Alcor, coincidente en el tiempo con la propuesta inicial.
Histórica Foto Histórica
Así nació la primera Feria de los tiempos modernos. Se aprobó por el Ayuntamiento el día 18 de septiembre de 1846 y se inauguró el 18 de abril de 1847 en el Prado de San Sebastián, con 19 casetas y con un éxito tal de público y de negocio que, ya al año siguiente, los encargados de organizar la venta de ganado se dirigían al Municipio para pedirle una mayor presencia de agentes de la autoridad porque “los sevillanos y sevillanas, con sus cantes y bailes, dificultaban la realización de los tratos”.
Lo que comenzó como un evento puramente comercial, ha terminado en una campaña de paseos de señoritos a caballo y tiesos pisando mierdas.... que bonito.
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