“ A nuestras madres ausentes "

Ha llegado el momento.

La madre naturaleza

te ha llamado a su seno.

La luz al final del túnel.

Fracciones de un instante.

Familias quedan con penas,

tras un pacto con olor a muerte.

Lágrimas me hacen más fuerte.

En mi hombro manos buenas,

calman tranquilos mis penas,

almas nobles y serenas.

Su final no es fatal.

Sus almas, perlas preciosas,

suben ávidas al universo

buscando la paz eterna

y aparecen como rosas

en jardín sentimental.

Llega el vacío, la pérdida

y el amor, que es impaciencia

cuando el descanso "Las llama"

se vuelve fruto en la rama

del corazón con urgencia.

La vida nos pone a prueba.

Siempre una pena oculta.

Grande el dolor resulta

de enterrar seres queridos.

Quedan ahogados gemidos

junto a la pena insepulta.

¿Ves, madre? Por serte fiel

llevo un desvelo bendito

que dejo plasmado en grafito

en este frío papel.

Gracias por toda la piel,

que a sílabas me erizaste.

No habrá olvido que te aplaste.

Gracias, porque aquí, en tu obra,

donde el alma regalaste,

nada falta y nada sobra.

Descansa en paz.