20250512

 

Song Cover Image

Ecos de inocencia

Como un caramelo intacto en labios de niño, era nuestro amor de azúcar y luz de atardecer, se deshacía en la lengua al primer roce tardío, pálido espejismo de un cuento que no supo nacer. 

Jugábamos a creernos héroes de un mito sin edad, con risas que danzaban en el aire como mariposas, ignorantes del filo de la palabra “hasta la eternidad”, cual espejos de luna que rompen frágiles y luminosas. 

Y el adiós retumbó en el pecho cual eco sin razón, piedra lanzada al lago de nuestra infancia vacilante; el corazón, herido de fuego y decepción, aprendió que el amor crudo duele, late y es cortante. Guardé aquella ilusión en un cofre de nostalgias, pero las cerraduras ceden al peso de la madurez, descubrí que las promesas juveniles son fantasías, hojas doradas que el viento dispersa con altivez. 

 Hoy miro atrás y veo el amor como dulce tortura, un espejismo forjado en tinta de sonrisas pasajeras, comprobé que la inocencia cae en la falsa luna, y que la pasión adolescente es brizna en hogueras. La verdad florece en secreto y no en versos prohibidos, el cariño real es cuidado que crece junto al tiempo, sin trompetas ni violines, sin sueños idílicos, sino manos sinceras que sostienen sin un pretexto. 

Así cierro el libro de aquel romance tan liviano, con lágrimas que saben a enseñanza y desengaño, reivindico la absurdidad de aquel amor tan temprano y perdono al niño que creía en un cielo sin barro. Hoy celebro la herida que templó mi corazón adulto, pues entendí que amar no es un canto de sirenas, sino construir con paciencia, sin prisa ni tumulto, un refugio firme, libre al fin de fantasías ajenas.

Canción generada por IA
Le meto los parámeteros de lo que quiero y voila... ¿a dónde vamos a llegar?
https://suno.com/song/1c1d9e96-60e7-4c3a-9142-73a650f5ba54?sh=DDxj72dpEoGSZXfI





/

No hay comentarios:

Publicar un comentario