20231118

 

AÑORANZAS  -


...y yo también creo que los conozco y los echo de menos.

Echo de menos a aquella feliz y enérgica parejita que se montaban en el 127 y se perdían en el monte durante 7 u 8 dias, hasta que se acababan los víveres.

Han sido muchos años así, en acampadas libres en la montaña, en zonas alejadas de la civilización, dejando el agua y la cerveza en el fondo de la rivera pa que estuviera fresquitas, atadas a cuerdas pa recuperarlas y la comida atada en alto pa que, por la noche, no se la conieran las alimañas. Cuántas anécdotas tenemos de aquellas aventuras, que buenos tiempos aquellos, en los que estábamos con tan poco , disfrutando de la naturaleza y de la libertad... *disfrutando de la vida, disfrutando de nuestra vida*.

Pero luego... aparecieron los hijos y, con su llegada, nuestras alas fueron cortadas, mutilaron nuestras ansias de volar y ya, desgraciadamente, hemos olvidado como levantar el vuelo, o, más bien, tenemos demasiadas cargas que nos hace imposible elevarnos, por mas impulso que intentemos coger para volar, porque, las fuerzas, cada vez, acompañan menos. De todos modos ya, la colchoneta hinchable empieza a ser molesta pa los huesos, a cierta edad, pero bueno, que nos quiten lo bailao.

Lo que fue... fue, aunque, cada vez más, nos váyamos convirtiendo en sombra de lo que, alguna vez, fuimos o, al menos, creimos que fuimos .

MPALACIOSH




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