HA
NACIDO
UNA
ESTRELLA
Antes
de nada quiero decir que de existir un dios, éste tendría que
llamarse HIDRÓGENO o, tal vez, GRAVEDAD.
Ahora comprenderás por
qué.
Las
estrellas nacen en nubes donde la concentración de gas,
principalmente hidrógeno, es muy alta. Cuando en una pequeña región
de estas nubes, por cualquier razón, la gravedad es ligeramente
superior a la que hay a su alrededor, el gas comienza a acumularse en
ese punto Durante miles de años, el gas se continúa acumulando
alrededor de ese punto inicial y la gravedad va aumentando. Aumenta
hasta el punto en que, en el interior, la presión a la que está
sometido el gas genera un aumento de temperatura tan grande que los
núcleos atómicos comienzan a fusionarse y a generar energía. La
estrella pasa su infancia fusionando hidrógeno en helio, en su
núcleo.
Esta
energía es transportada por las capas más externas del gas hacia el
exterior y empieza a brillar. ¡Ha nacido una estrella!
El lugar
de nacimiento de una estrella son enormes nubes frías formadas por
hidrógeno (mi primer dios) conocidas como 'nebulosas'. Estas nubes
comienzan a encogerse por obra de su propia gravedad (mi segundo
dios).
A medida
que una nube pierde tamaño, se fragmenta en grupos más pequeños.
Cada fragmento puede finalmente volverse tan caliente y denso que se
inicia una reacción nuclear. Cuando la temperatura alcanza los 10
millones de grados, el fragmento se convierte en una nueva estrella.
La
masa genera un campo de gravedad intenso, que depende de la densidad
de su masa, que comienza a empujar hacia adentro, lo que hace que los
átomos de hidrógeno colisionen con tanta intensidad que en cada
colisión hay un rebote; la
gravedad continua comprimiendo toda la masa a mayor velocidad, tanto
que los átomos de hidrógeno ya no rebotan sino que se funden
formando átomos
de helio, el
cual también se funde formado deuterio.
Es
justo el hidrógeno que con la fusión crea una fuerza
en sentido contrario a la fuerza de gravedad y esta queda
equilibrada, evitando que la estrella se siga comprimiendo. La
estrella sobrevive gracias a este equilibrio, muchos millones de
años.
En este
punto tienen lugar reacciones nucleares, cuyo resultado es que los
núcleos de los átomos de hidrógeno se combinan para formar núcleos
de helio. Esta reacción libera grandes cantidades de energía, y se
detiene la contracción de la estrella.
Cuando
finaliza la liberación de energía, la contracción comienza de
nuevo y la temperatura de la estrella vuelve a aumentar. En un
momento dado empieza una reacción entre el hidrógeno y el helio
recién creado, creándose el litio y otros metales presentes ya en
el cuerpo de la estrella. De nuevo se libera energía y la
contracción se detiene.
Cuando
el litio y otros materiales ligeros se consumen, la contracción se
reanuda y la estrella entra en la etapa final del desarrollo en la
cual el hidrógeno se transforma en helio a temperaturas muy altas
gracias a la acción del carbono y el nitrógeno. Esta
reacción termonuclear es característica de la secuencia principal
de estrellas y continúa hasta que se consume todo el hidrógeno que
hay. Cuando se consume este hidrógeno, se acelera la fusión de los otros elementos que necesitan más energía para esa fusion, desencadenando el final de esa estrella.
La estrella se convierte en una gigante roja y alcanza su mayor tamaño cuando todo su hidrógeno central se ha convertido en helio. Si sigue brillando, la temperatura del núcleo debe subir lo suficiente como para producir la fusión de los núcleos de helio. Durante este proceso es probable que la estrella se haga mucho más pequeña y más densa.
Cuando ha gastado todas las posibles fuentes de energía nuclear, se contrae de nuevo y se convierte en una enana blanca. Esta etapa final puede estar marcada por explosiones conocidas como "novas". Cuando una estrella se libera de su cubierta exterior explotando como nova o supernova, devuelve al espacio, elementos más pesados que el hidrógeno que ha creado en su interior.
La estrella se convierte en una gigante roja y alcanza su mayor tamaño cuando todo su hidrógeno central se ha convertido en helio. Si sigue brillando, la temperatura del núcleo debe subir lo suficiente como para producir la fusión de los núcleos de helio. Durante este proceso es probable que la estrella se haga mucho más pequeña y más densa.
Cuando ha gastado todas las posibles fuentes de energía nuclear, se contrae de nuevo y se convierte en una enana blanca. Esta etapa final puede estar marcada por explosiones conocidas como "novas". Cuando una estrella se libera de su cubierta exterior explotando como nova o supernova, devuelve al espacio, elementos más pesados que el hidrógeno que ha creado en su interior.
Es
así como se crean el resto de los elementos químicos, es así como se crea
TODO, ese anillo de oro que llevas en tu dedo anular, salió, hace miles de millones de años, de una estrella, vuelvelo a mirar, ¿a qué ya lo ves de forma diferente?.
Por eso se dice y con mucha razón, que todos somos polvos...
...de estrellas.
Somos restos de estrellas.
Por eso se dice y con mucha razón, que todos somos polvos...
...de estrellas.
Somos restos de estrellas.
La
mayoría de las estrellas tardan millones de años en morir. Cuando
una estrella como el Sol ha consumido todo su combustible de
hidrógeno, se expande convirtiéndose en una gigante roja. Puede
tener millones de kilómetros de diámetro, siendo lo suficientemente
grande como para engullir los planetas Mercurio y Venus.
Pa vuestro consuelo y el mío, resignados lectores, nuestra estrella a la que llamamos Sol, tiene una vida promedio de 9 mil millones de años y está en la mitad de su vida (4,5 mil millones de años. Bueno, año arriba o año abajo). Así que tranquilos, todavía le queda calorcito que regalarnos.
Tras desprenderse de sus capas exteriores, la estrella se comprime y forma una enana blanca muy densa. Una cucharada de materia proveniente de una enana blanca pesaría hasta 100 toneladas. A lo largo de billones de años, la enana blanca se enfría y se vuelve invisible.
Pa vuestro consuelo y el mío, resignados lectores, nuestra estrella a la que llamamos Sol, tiene una vida promedio de 9 mil millones de años y está en la mitad de su vida (4,5 mil millones de años. Bueno, año arriba o año abajo). Así que tranquilos, todavía le queda calorcito que regalarnos.
Tras desprenderse de sus capas exteriores, la estrella se comprime y forma una enana blanca muy densa. Una cucharada de materia proveniente de una enana blanca pesaría hasta 100 toneladas. A lo largo de billones de años, la enana blanca se enfría y se vuelve invisible.
Las
estrellas más pesadas que ocho veces la masa del Sol terminan sus
vidas muy repentinamente. Cuando se les acaba el combustible, se
dilatan hasta convertirse en gigantes rojas.
Tratan de mantenerse vivas consumiendo diferentes combustibles, pero esto funciona sólo durante unos cuantos millones de años. Tras ello, producen una enorme explosión llamada supernova. El brillo de la supernova sobrepasa el de todas las demás estrellas de su galaxia y se puede ver a simple vista durante casi una semana. Luego se desvanece rápidamente.
Tratan de mantenerse vivas consumiendo diferentes combustibles, pero esto funciona sólo durante unos cuantos millones de años. Tras ello, producen una enorme explosión llamada supernova. El brillo de la supernova sobrepasa el de todas las demás estrellas de su galaxia y se puede ver a simple vista durante casi una semana. Luego se desvanece rápidamente.
Los
elementos creados dentro de esa estrella (como oxígeno, carbono
y hierro) se dispersan por el espacio.
Pero
las estrellas no mueren como nosotros sino que lo hacen de una manera
más productiva ¡se reproducen! Estos elementos son expulsados en la
explosión de supernova y formarán parte de futuras estrellas o del
material que orbita alrededor de las mismas.
Se
formarán nuevos planetas que posiblemente, generen vida parecida o
no, a la nuestra.
Y
esta es la historia de una estrella y, de paso, también nuestra
historia.
MPALACIOSH