20250901

George Soros y el Nuevo Orden Mundial 1. El engranaje visible de una maquinaria oculta Soros no actúa solo. Es apenas uno de los gerentes visibles de un proyecto global más profundo, impulsado desde hace siglos por dinastías como los Rothschild y los Rockefeller. Los Rothschild: el poder bancario que domina a gobiernos a través de la deuda. Los Rockefeller: arquitectos del poder petrolero, farmacéutico y de la ONU. Soros: el “rostro moderno” que mezcla especulación financiera con filantropía cultural para operar a nivel social. 2. La fusión de intereses El NOM no gobierna con armas visibles, sino con tres palancas de control: Financiera → bancos centrales, FMI, Banco Mundial, deuda externa (Rothschild). Energética y farmacéutica → petróleo, Big Pharma, organismos de salud global (Rockefeller, Gates). Cultural y social → medios, ONG, universidades, protestas dirigidas (Soros). El guion es claro: primero se endeuda a las naciones, luego se controla su economía, y por último se moldea la mentalidad del pueblo para que acepte su propia sumisión. 3. Agenda de control global Soros trabaja en sincronía con otros magnates como Bill Gates y el Foro Económico Mundial (Klaus Schwab) en la construcción del NOM. Crisis como herramientas: pandemias, colapsos económicos, guerras “proxy” son catalizadores que permiten imponer soluciones ya diseñadas. Gobierno supranacional: diluir soberanías nacionales en organismos como la ONU, OMS o la Unión Europea. Ciudadanía global: promover la migración masiva, destruir fronteras e identidades para crear poblaciones intercambiables y dependientes. Control digital: identidad digital única, dinero digital, vigilancia biométrica. El pueblo entregando su libertad por “seguridad”. 4. La máscara de la filantropía Las donaciones de Soros a movimientos progresistas y causas sociales son ingeniería cultural: Feminismo, movimientos LGBT+, migración, ONGs de DDHH → no para liberar, sino para fragmentar y debilitar la cohesión de los pueblos. Mientras las sociedades se dividen internamente, la élite avanza unida en su proyecto de control. 5. El tablero final El Nuevo Orden Mundial no busca conquistar países: busca disolverlos en un sistema planetario centralizado. Un único gobierno global (ONU/WEF). Una única moneda digital centralizada (CBDC). Una única narrativa cultural (producida en universidades y medios financiados por Soros y aliados). Una única población dócil, vigilada y sin identidad nacional. George Soros es el arquitecto social del NOM, el encargado de moldear mentalidades y desestabilizar sociedades, mientras otros (Rothschild, Rockefeller, Gates, Schwab) manejan la economía, la energía y la tecnología. El plan no es el caos, sino un caos controlado: usar las crisis como excusa para imponer un orden nuevo, donde la soberanía es una ilusión y el ciudadano es apenas un código en una base de datos global. Soros no es el titiritero principal, sino el director de escena que prepara a las masas para aceptar el guion del poder real: un mundo centralizado, vigilado y sin resistencia.

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