La curiosa historia de las numerosas ruedas de molino en fachadas de nuestra ciudad, calle Aires , Fabiola , Ximénez de Enciso y otras muchas más del casco antiguo de nuestra ciudad, sobre todo barrio de Santa Cruz.
Los constructores del siglo XVI adosaron las ruedas de molino a las fachadas de las casas señoriales de Sevilla, para evitar el desgaste que producía el constante tráfico de carruajes, que con sus guardaejes iban limando los muros, a fuerza del incesante roce.
El frágil material que se utilizaba para construir las casas del siglo XVI, dada la inexistencia de una cantera que abasteciese a los constructores de la época, apenas aguantaba las embestidas de los bujes de las ruedas de los carros. Máxime si se tratan de angostas callejuelas en las que la distancia entre casa apenas daba para el paso de un carruaje.
¿Dónde encontrar dura piedra que impidiese el desgaste?
La respuesta estaba cerca las ruedas de molino.
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