Ya lo di todo.
La casa está oscura, solo entra luz por esa pequeña abertura que le muestra el mundo allá afuera, donde hace apenitas unos años el lo recorría de punta a punta cada día, dibujada una sonrisa en su cara de hombre joven, lleno de vida y ganas de todo.
Rogelio, el buen don Rogelio, que crió hijos y malcrio nietos, hoy ve llover desde su ventana, mientras, de reojo, da miradas al teléfono que se empecina en permanecer mudo,
( es que mis hijos y nietos tienen tantas ocupaciones) piensa mientras otra vez mira el aparato mudo, suspira hondo, se empaña el vidrio ¿ o es una lágrima?
El lo dio todo para ellos, trabajó sin descanso para lograr los sueños que él no pudo cumplir, pero los vio hechos realidad en sus retoños.
Si que fue duro, recuerda mirándose al espejo y retandose a ser valiente, fuerte y a darlo todo, claro que sí, la vida seguía y ahora debería vivir siendo dos en la casa, tuvo que consolar, aconsejar, guiar, y sabe que hizo un buen trabajo, sus muchachos son excelentes personas, de buenos trabajos y familias felices.
Apenas hacia unos días su nieta más pequeña festejó sus quince primaveras, él preparó un regalo, su vecina lo ayudó a elegirlo pero no vinieron a buscarlo, le dijeron que no era bueno que trasnochara y que luego le llevarían un pedazo de tarta.
Rogelio guardó lentamente el viejo traje que había sacado del ropero,
(en verdad, ya no tenía ganas de trasnochar).
Esa noche igual se desveló, sentado mirando por la ventana.
De pronto esta tarde lluviosa alguien le golpea el vidrio de la ventana, es Rafita, el nieto de su vecina, que le sonríe bajo un paraguas y le hace señas para que le abriera.
trae unas facturas, un mazo de cartas, enciende luces y la cocina cobra vida.
Don Rogelio lo mira y entre lágrimas le dice, ¿ que te trae a la casa de un viejo como yo Rafita?
El joven sonríe y le dice:
Me gusta charlar con quien dio tanto en la vida, me gusta su sabiduría don Rogelio, me gusta hacerle compañía, ¿jugamos un chin chon y me cuenta un poco de su juventud?
Y sí, aquella cocina volvió a tener calor, Rogelio se alejó de la ventana y sus manos ya no temblaron, y una sonrisa regresó.
Todo lo que se da de corazón, vuelve.
Y Rogelio ya lo había dado todo.
07/04/2023.
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