20221222

 

LA DOSIS NUNCA SERÁ COMPLETA...
...dijo el sepulturero.

Haciendo un ejercicio de empatía, que siempre viene bien y todos deberíamos hacer, al menos una rato cada día, intento entender cómo se siente una persona que confió plenamente en el gobierno y que se puso sus "dosis milagrosas" para recuperar su vida “normal”. Y qué decir de aquellos que cedisteis a vuestros hijos… !!!! Porque aunque todos los medios señalen diariamente a los que no les obedecieron, lo cierto es que la noticia debería estar en la impotencia que se debe sentir al sufrir efectos secundarios graves (incluida la muerte), al experimentar que no te protege y no evitas el contagio y que a día de hoy no siquiera permiten quitarte el bozal en transportes públicos, farmacias y centros sanitarios… debe ser absolutamente desesperante y psicológicamente calificable de maltrato continuo e intencionado. Pero la gota que colma el vaso, en mi opinión, es que los mismos “expertos” que te convencieron, te forzaron y te atemorizaron para que lo hicieras, te digan ahora que es mucho mejor pasar el virus con tus anticuerpos naturales a hacerlo con una “vacuna” que daña tu sistema inmunológico progresivamente. Lo más dantesco es que exista una sobre mortalidad objetivamente desproporcionada y la achaquen al cambio climático. Pero lo peor de todo es que siendo blanco y en botella sigan presionando con poner la cuarta dosis (ellos la llaman “el segundo refuerzo”) a todo el mundo. También a los niños… Personalmente debo y quiero deciros 3 cosas: 1. Siento muchísima lástima por situación porque también lo vivo muy de cerca cada día. Pero mi conciencia está en paz porque me esforcé en aportaros información y opiniones que os hicieran pensar y dudar. Nunca os aconsejé nada, salvo a no creer en nadie, tampoco en mí. 2. Personalmente nunca me importó que me tacharéis de "pesimista". Comprendo que si entrasteis voluntariamente a jugar con sus normas, vuestra mente siga las casillas marcadas, defendiendo y justificando vuestra coaccionada decisión porque, aunque aún no lo creáis, vuestra decisión nunca fue libre… Por eso os entiendo y no necesito perdonaros porque nunca me sentí ofendido, aunque sí desolado… y desilusionado, ya que os creía menos borregos y con más criterio personal. 3. Tal vez deberíais imitarnos. Observad que si un grupo minoritario está siendo capaz de destapar esta mentira y de denunciar a estos criminales, vosotros, que sois más del 90% del país, deberíais denunciar a políticos, ministros, medios de comunicación, médicos y personal de enfermería. Todos como cooperadores necesarios del mayor genocidio de la historia contemporánea. Un genocidio que no podrán tapar ni tan siquiera con una falsa guerra o un mundial…

Un genocidio que mató primero a los ancianos y que luego, clasificados por grupos de edades como si estuviésemos en un campo de concentración, ha llegado incluso a jugar con la vida de lo más sagrado, los intocables: los niños, vuestros hijos. Nunca es tarde para hacerlo mientras viváis para intentarlo. Piénsalo por un momento, la campaña diaria de acoso y derribo no es contra la resistencia, el mensaje subliminal y su objetivo es que tú te pongas la cuarta, la quinta… y que sigas jugando a una ruleta rusa con 5 balas… Porque la dosis nunca fue completa, fue, al igual que su maldad y también al igual que nuestra resistencia, infinita…



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