- SER O APARENTAR -
Todos nos parecemos un poco a lo que aparentamos, a lo que los demás piensan de nosotros, pero la verdad completa sólo se muestra en la intimidad de una noche cargada de soledad.
Un beso y una sonrisa.
La imagen que precede a cada uno de nosotros es nuestra seña de identidad, como la carta de presentación o un currículo, donde nada es lo que se muestra.
Nadie puede adivinar, ni sospechar siquiera, los pasos que me han traido hoy hasta ti, ni conoce los rostros que, en mi memoria, me recuerdan lo vano de las palabras, de las promesas, del sentimiento que sublime, mueren en el olvido.
En la cábala de mi vida conviven el que fui, el que soy y el que aparento ser, tan dispares entre sí...
Ignorados los labios que besé y por los que me dejé besar. Los ojos que me miraron y adoraron mi rostro, mientras destrozaba el jardin de sus mas íntimas ilusiones, dejando un recuerdo que, estéril, sucumbe en el olvido, donde se destierran los fracasos y errores para mitigar un dolor.
Nadie sabe de los rostros que amé, de las sonrisas que , llenando mi alma, me hicieron cómplice de su felicidad, donde el cielo estaba tan cercano, como distante hoy en el tiempo.
Los sueños se desvanecen en el despertar y me abandono al hastío, en la condena de no preservar aquello que me hizo feliz y corro a los brazos de la nada.
Nada tuve, nada tengo, en el juego de la vida estoy a mi par.
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