¿Te apetece un poco de
lectura?
Si no, lo puedo entender, sigue con lo que estabas haciendo, que seguro será más interesante que mis historias.
El tiempo es un buen escaso, muy escaso. Así que, si no quieres, no pierdas tu tiempo. Si sigues leyendo… Gracias por tu tiempo, ten por seguro que sé apreciarlo.
Llegado a esta altura del camino, una de los placeres que nos quedan por disfrutar, es de un buen amigo, un buen rato, una buena charla y una buena cerveza.
Llegado a esta altura del camino, los agrupo así:
- Muchos conocidos.
- Amigos de paso.
- Y buenos Amigos, muy escasos, se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos.
De los primeros se puede prescindir, de hecho casi siempre se prescinde de ellos, son, como os diría, son personas invisibles que circulan aquí y allá, son fantasmas cotidianos, son figurantes de nuestra primer y último acto, son el relleno, sin color, del día a día de cada uno de nosotros.
De los segundos... también se pueden prescindir, te tomas con ellos una cerveza o dos o tres, de cuando en cuando. Charlas de cosas banales, echas unas risas, os engañáis aparentando ser buenos amigos y os despedís sin mirar atrás, pensando que acabas de perder un tiempo precioso con una persona que no te llena. Es un amigo de paso.
Y si, cualquier día, en cualquier lugar, por capricho del destino, os encontráis casualmente de paso, os despacháis o te despachan, con la frase vacía esa de "a ver cuándo nos vemos", frase totalmente carente de empatía. La escuchas viendo la forzada sonrisa de tu interlocutor y, mientras te alejas, intentas borrar, de tu mente, la falsedad de ese amigo de paso.
De los terceros... a los terceros hay que cuidarlos, hay que mimarlos, hay que quererlos, porque son parte de ti.
Esos son los imprescindibles, esos son los que te llenan mientras estás con ellos, esas son las tres o cuatro personas con las que te identificas totalmente:
Si no, lo puedo entender, sigue con lo que estabas haciendo, que seguro será más interesante que mis historias.
El tiempo es un buen escaso, muy escaso. Así que, si no quieres, no pierdas tu tiempo. Si sigues leyendo… Gracias por tu tiempo, ten por seguro que sé apreciarlo.
Llegado a esta altura del camino, una de los placeres que nos quedan por disfrutar, es de un buen amigo, un buen rato, una buena charla y una buena cerveza.
Llegado a esta altura del camino, los agrupo así:
- Muchos conocidos.
- Amigos de paso.
- Y buenos Amigos, muy escasos, se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos.
De los primeros se puede prescindir, de hecho casi siempre se prescinde de ellos, son, como os diría, son personas invisibles que circulan aquí y allá, son fantasmas cotidianos, son figurantes de nuestra primer y último acto, son el relleno, sin color, del día a día de cada uno de nosotros.
De los segundos... también se pueden prescindir, te tomas con ellos una cerveza o dos o tres, de cuando en cuando. Charlas de cosas banales, echas unas risas, os engañáis aparentando ser buenos amigos y os despedís sin mirar atrás, pensando que acabas de perder un tiempo precioso con una persona que no te llena. Es un amigo de paso.
Y si, cualquier día, en cualquier lugar, por capricho del destino, os encontráis casualmente de paso, os despacháis o te despachan, con la frase vacía esa de "a ver cuándo nos vemos", frase totalmente carente de empatía. La escuchas viendo la forzada sonrisa de tu interlocutor y, mientras te alejas, intentas borrar, de tu mente, la falsedad de ese amigo de paso.
De los terceros... a los terceros hay que cuidarlos, hay que mimarlos, hay que quererlos, porque son parte de ti.
Esos son los imprescindibles, esos son los que te llenan mientras estás con ellos, esas son las tres o cuatro personas con las que te identificas totalmente:
- Que cruzas el mundo para acompañarla o cruzan
el mundo para acompañarte, si los/te necesitan o solo para echar un rato de
charla, sin recurrir a falsas excusas.
- Que nunca te reprochan si nos vemos aquí o nos vemos allí.
- Que nunca te reprochan si nos vemos aquí o nos vemos allí.
- Para los que siempre
tienes y tienen tiempo.
- Con los que, tu tiempo invertido, nunca es un tiempo mal gastado, todo lo contrario, es el sagrado tiempo de tus Amigos.
- Con los que, tu tiempo invertido, nunca es un tiempo mal gastado, todo lo contrario, es el sagrado tiempo de tus Amigos.
- A los que ayudas y te
ayudan, en todo lo que puedas y pueden.
- Dar y recibir, recibir y dar, sin medida, sin reproches, sin llevar la cuenta, con sinceridad.
- Dar y recibir, recibir y dar, sin medida, sin reproches, sin llevar la cuenta, con sinceridad.
Estos son los pequeños/grandes detalles que identifican a estas importantes personas. Estos sí que son mis Amigos.
Algunos veces, pocas, me
equivoco e incluyo a alguna persona, en mi grupo de Buenos Amigos, pero el
error dura poco, la máscara se le cae pronto al falso buen amigo, porque
recuerdo esos pequeños/grandes detalles que tienen mis Amigos y veo que, esta
persona, no los tiene y siento que me he equivocado por haber antepuesto el
corazón a la razón
y, lentamente, sin prisa, me voy alejando de ese perfume sin olor.
y, lentamente, sin prisa, me voy alejando de ese perfume sin olor.
A estas alturas del camino, una de los placeres que nos quedan por disfrutar, son de un buen amigo, un buen rato, una buena charla y una buena cerveza y, a ser posible... por ese orden.
MPALACIOSH