L A V I D A
Cada vez somos menos integrantes en
esta travesía que se prevee larga, afortunadamente larga. Algunas
veces tempestuosa, otras veces, ventosa y otras, las más, en calma
chicha.
Cada uno de nosotros tiene su cometido, uno es el
mástil que nos sustenta, otro es la vela que nos empuja, otro es el
casco que nos mantiene a flote, otro es el grito que nos alienta,
otros son sólo mudos pasajeros que nos contemplan, otro es el viento
que, de cuando en cuando, nos esperanza y la otra, es el faro
que nos alumbra. Cada uno interpretando su rol de la mejor manera que
quiere.
Más de uno y más de una vez, algunos de nosotros,
hemos estado tentados de abandonarlo, pero creo que merece la pena
seguir navegando juntos (por los buenos tiempos) en este barco que ha
estado mucho tiempo a la deriva, con tripulantes, pero cada uno
por su lado, siguiendo su rumbo, sin encontrarse. Este barco que,
desde hace poco, ha unificado fuerzas.
Todos fuimos
invitados a subir a bordo.
Pero no todos quieren
seguir navegando...
Qué se le va a hacer, hay que respetar la
voluntad de cada cual, esto es lo
que tiene este barco, puedes decir
"ADIÓS" y bajarte, cuando lo creas conveniente, nadie está
obligado a nada. También puedes decir "HOLA", cada vez que
te apetezcas, TÚ DECIDES, eres uno de los nuestros y. como tal,
mereces todo nuestro respeto en cada cosa que decidas hacer.
Somos
libres para elegir estar o no estar.
Pero, este barco, si se aleja
sin ti, quizá no vuelva a pasar nunca por tu puerto y, créeme,
merece la pena, aunque sólo sea por ver donde es capaz de llegar
esta pandilla de mariner@s locos, que una vez navegaron juntos con
muchas fuerzas y ahora, años después, hemos vuelto
a hacerlo con menos fuerza, pero con más ganas y más sabiduría que
antes.
No abandonéis, os queremos aquí.
MPALACIOSH

No hay comentarios:
Publicar un comentario