20160214


RECUERDOS DEL RECUERDO

https://www.youtube.com/watch?v=LUrvd_8_lE8

Pulsa PLAY, sigue bajando  y... 
comienza la lectura.



El tiempo es duro e implacable. Es inexorable, no atiende a ruegos, ni a súplicas. No tiene compasión con ninguno de nosotros, nos maltrata despojándonos de casi todo, dejándonos, emocionalmente, desnudos e indefensos.

Llegamos a la cima de la montaña, hace, ya, algunos años y ahora sólo nos queda la bajada, la dura bajada, cuando nuestra felicidad empieza a residir en la felicidad de otros y puede tener más fuerza lo anterior que lo venidero.

Nuestra mente seguirá intacta, algunas décadas más, pero, este envoltorio, al que llamamos cuerpo, se irá degradando poco a poco, se irá consumiendo, marchitando, secando. Cuando la tarta de cumpleaños, empieza a parecer una feria, las rodillas empiezan a doler, el estómago a molestar y no hablemos de la vista de cerca. Hay que aceptarlo tal y como viene, no nos queda otra...

Pero hay una cosa que el malvado TIEMPO no es capaz de robarnos a ninguno de nosotros, no es capaz de robarnos esas calles del barrio, al anochecer, a media luz, llenas de barro y charcos, después de un chaparrón en invierno y, a nosotros, correteando por ellas, jugando y engañando a las horas de estudio. Ese barrio, nuestro barrio, que también lo ha deteriorado el tiempo.

Ese tiempo no es capaz de robarnos aquellas reuniones, en las tardes de los sábados, donde aprendimos a convivir y, en cierto modo, aprendimos a ser las personas que hoy somos. 

Tampoco es capaz de robarnos las noches en el cine de verano de San Jerónimo, viendo las mismas películas, verano tras verano y tras verano.

Tampoco ha podido ser capaz de arrancar de nuestra mente, aquellos maravillosos enamoramientos adolescentes, que convertían ciertas tardes, en la tarde más especial, cuando acudíamos, nerviosos, a esa primera cita, por fin... los dos solos. 
Cuando nos teníamos tantas cosas por decir, que permanecíamos callados, en un tenso, incómodo e interminable silencio.
Cuando el sólo roce casual, de mano contra mano, al andar juntos, era una explosión de sensaciones, era cómo tocar el cielo. 


Ese tiempo, no ha sido capaz de atenuar, en nosotros, ese momento especial, del día, en el que nos vestíamos, sólo y exclusivamente para él/ella. Recuerdas... ?

En definitiva, el malvado tiempo, jamás podrá robar "algo" que sólo es nuestro, algo que nos pertenece, algo que está fuertemente anclado en lo más profundo de nosotros. 
Ese algo hacía donde va nuestra mente, en esas noches de insomnio, en que las horas pasan sin poder conciliar el sueño.
Ese lugar "tan especial" atemporal, hacía donde viajamos, sin apenas darnos cuenta, cuando la melancolía se nos adueña y nos perdemos entre historias vividas.

El tiempo jamás podrá robarnos eso que tenemos tan fuertemente atado a cada uno de nosotros, el tiempo, ese tiempo tan cruel, que ahora nos empuja cuesta abajo, jamás nos podrá robar NUESTROS RECUERDOS.

Y, por medio de este chat, he logrado engañar al tiempo, porque recordar es volver a vivir lo vivido.

La vida está compuesta de momentos. 
Tod@s y cada un@ de vosotr@s, habéis sido importantes en un momento determinado de mi pasado y formáis parte de mis mejores y más agrradables recuerdos.

Por ello, gracias a tod@s.

MPALACIOSH

No hay comentarios:

Publicar un comentario