20160228


QUIENES HEMOS SID
Y QUIENES SOMOS


“La bandera blanca y verde
vuelve tras siglos de guerra
a decir paz y esperanza
bajo el sol de nuestra tierra.”

Ahora estoy delante de este cacharro y me apetece teclear algunas letras... para vosotros, allá voy:

Somos portadores de una gran historia, en su día fuimos cartageneses, fuimos fenicios, fuimos asiento de una gran cultura romana , aqui dejaron todo su legado Adriano, Teodosio, Trajano y, sobre todo fumos, durante más de 700 años musulmanes, en Al-Andalus, nuestro nombre originario, Córdoba llegó a ser la capital de Califato musulmán, casi ná...

Somos un pueblo que reivindicamos nuestros derechos silenciosamente, sin levantar la voz, quizás demasiado discretamente, para mi gusto.

Somos la mezcla de muchas y variadas culturas que, mezcladas como en una cocktelera, han dado lugar a lo que hoy somos.
Quizá no seamos consciente de nuestra historia, pero la tenemos y muy extensa.
Yo me siento orgulloso de haber nacido en la romana Híspalis, la ciudad del río Beti.

Y si, me siento muy orgulloso de ser sevillano y me siento orgulloso de ser ANDALUZ.

- VIVA NUESTRA ANDALUCÍA !!
MPALACIOSH



La Bandera de Andalucía está formada por tres franjas horizontales verde, blanca y verde de igual anchura.  Es también conocida como Arbondaira o Arbonaida. Tanto la bandera como el himno y el escudo fueron adoptados por la Junta Liberalista de Andalucía en la Asamblea de Ronda de 1918.  Sus colores evocan tonalidades del paisaje andaluz, al tiempo que simbolizan los valores de la pureza y la esperanza en el futuro.
El escudo se inspira en el de la ciudad de Cádiz y se compone por la figura de un Hércules sujetando a dos leones entre columnas y a cuyos pies reza la leyenda: Andalucía por sí, para España y la Humanidad.
El responsable directo de la creación de la bandera fue Blas Infante, cuyo diseño justificó por el verde, el color de los Omeya, y el blanco, propio del Imperio Almohade, periodos que desde su punto de vista fueron dos de las épocas de mayor esplendor de un poder político en el territorio de la actual Andalucía. Según esta idea, la tonalidad de verde elegida fue denominada “verde Omeya”


20160214


RECUERDOS DEL RECUERDO

https://www.youtube.com/watch?v=LUrvd_8_lE8

Pulsa PLAY, sigue bajando  y... 
comienza la lectura.



El tiempo es duro e implacable. Es inexorable, no atiende a ruegos, ni a súplicas. No tiene compasión con ninguno de nosotros, nos maltrata despojándonos de casi todo, dejándonos, emocionalmente, desnudos e indefensos.

Llegamos a la cima de la montaña, hace, ya, algunos años y ahora sólo nos queda la bajada, la dura bajada, cuando nuestra felicidad empieza a residir en la felicidad de otros y puede tener más fuerza lo anterior que lo venidero.

Nuestra mente seguirá intacta, algunas décadas más, pero, este envoltorio, al que llamamos cuerpo, se irá degradando poco a poco, se irá consumiendo, marchitando, secando. Cuando la tarta de cumpleaños, empieza a parecer una feria, las rodillas empiezan a doler, el estómago a molestar y no hablemos de la vista de cerca. Hay que aceptarlo tal y como viene, no nos queda otra...

Pero hay una cosa que el malvado TIEMPO no es capaz de robarnos a ninguno de nosotros, no es capaz de robarnos esas calles del barrio, al anochecer, a media luz, llenas de barro y charcos, después de un chaparrón en invierno y, a nosotros, correteando por ellas, jugando y engañando a las horas de estudio. Ese barrio, nuestro barrio, que también lo ha deteriorado el tiempo.

Ese tiempo no es capaz de robarnos aquellas reuniones, en las tardes de los sábados, donde aprendimos a convivir y, en cierto modo, aprendimos a ser las personas que hoy somos. 

Tampoco es capaz de robarnos las noches en el cine de verano de San Jerónimo, viendo las mismas películas, verano tras verano y tras verano.

Tampoco ha podido ser capaz de arrancar de nuestra mente, aquellos maravillosos enamoramientos adolescentes, que convertían ciertas tardes, en la tarde más especial, cuando acudíamos, nerviosos, a esa primera cita, por fin... los dos solos. 
Cuando nos teníamos tantas cosas por decir, que permanecíamos callados, en un tenso, incómodo e interminable silencio.
Cuando el sólo roce casual, de mano contra mano, al andar juntos, era una explosión de sensaciones, era cómo tocar el cielo. 


Ese tiempo, no ha sido capaz de atenuar, en nosotros, ese momento especial, del día, en el que nos vestíamos, sólo y exclusivamente para él/ella. Recuerdas... ?

En definitiva, el malvado tiempo, jamás podrá robar "algo" que sólo es nuestro, algo que nos pertenece, algo que está fuertemente anclado en lo más profundo de nosotros. 
Ese algo hacía donde va nuestra mente, en esas noches de insomnio, en que las horas pasan sin poder conciliar el sueño.
Ese lugar "tan especial" atemporal, hacía donde viajamos, sin apenas darnos cuenta, cuando la melancolía se nos adueña y nos perdemos entre historias vividas.

El tiempo jamás podrá robarnos eso que tenemos tan fuertemente atado a cada uno de nosotros, el tiempo, ese tiempo tan cruel, que ahora nos empuja cuesta abajo, jamás nos podrá robar NUESTROS RECUERDOS.

Y, por medio de este chat, he logrado engañar al tiempo, porque recordar es volver a vivir lo vivido.

La vida está compuesta de momentos. 
Tod@s y cada un@ de vosotr@s, habéis sido importantes en un momento determinado de mi pasado y formáis parte de mis mejores y más agrradables recuerdos.

Por ello, gracias a tod@s.

MPALACIOSH

20160213

Hoy, otra persona, ha decidido abandonar este barco


Cada vez somos menos integrantes en esta travesía que se prevee larga, afortunadamente larga. Algunas veces tempestuosa, otras veces, ventosa y otras, las más, en calma chicha. 

Cada uno de nosotros tiene su cometido, uno es el mástil que nos sustenta, otro es la vela que nos empuja, otro es el casco que nos mantiene a flote, otro es el grito que nos alienta, otros son sólo mudos pasajeros que nos contemplan, otro es el viento que, de cuando en cuando, nos esperanza y la otra, es el faro que nos alumbra.

 Cada uno interpretando su rol de la mejor manera que quiere y puede.
Más de uno y más de una vez, algunos de nosotros, hemos estado tentados de abandonarlo, pero creo que merece la pena seguir navegando juntos (por los buenos tiempos) en este barco que ha estado muuuucho tiempo a la deriva, con tripulantes, pero cada uno por su lado, siguiendo su rumbo, sin encontrarse. Este barco que, desde hace unos meses, ha unificado fuerzas.

Todos fuimos invitados a subir a bordo... todos.
Pero no todos quieren seguir navegando.

Qué se le va a hacer, hay que respetar la voluntad de cada cual, esto es lo que tiene este barco, puedes decir "ADIÓS" y bajarte, cuando lo creas conveniente, nadie está obligado a nada. También puedes decir "HOLA", cada vez que te apetezcas, TÚ DECIDES, eres uno de los nuestros y. como tal, mereces todo nuestro respeto en cada cosa que decidas hacer.

Somos libres para elegir estar o no estar.
Pero, este barco, si se aleja sin ti, quizá no vuelva a pasar nunca por tu puerto y, créeme, merece la pena, aunque sólo sea por ver donde es capaz de llegar esta pandilla de mariner@s locos, que una vez navegaron juntos con muchas fuerzas y ahora, treinta y tantos años después, hemos vuelto a hacerlo con menos fuerza, pero con más ganas y más sabiduría que antes.

No abandonéis, os queremos aquí.
MPALACIOSH


-  "Es la vida, 
ésto es lo que hay"  -

El día de hoy, desgraciadamente, hemos de contabilizarlo como otro día triste.

Porque triste es que uno de los miembros de la Familia, pierda a un ser querido. Máxime, cuando esa persona, en un momento determinado de nuestra vida, hayamos convivido con ella, la hayamos tratado y, en cierto modo, haya sido cercana a nosotros. Entonces, esa tristeza es doble, por el amigo y por ti mismo que, de alguna manera, también sientes ese vacío, esa pérdida.

Y, también, porque al volver a ese triste sitio de despedida, no tienes más remedio que recordar que antes, uno, también, ha recorrido ese camino pocos años atrás, más de una vez y nuestra mente, tan traicionera, tan puñetera, revive aquellos días, cuando era uno el doliente y el destinatario de todos los tristes abrazos, de todos los tristes besos y, también, de todos los tristes pésames.

Entonces, la herida, que nunca se cierra del todo, parece que vuelve a abrirse y vuelve a sangrar, vuelve a doler, vuelve a quemar muy dentro, muy dentro... en el alma. 

Al cruzar esa puerta giratoria que da acceso al lúgubre recinto, se siente una presión en el pecho y cuesta respirar, cuesta separar la mente de aquel día, de aquel momento, en que fue a ti, al que se le escapó ese ser querido, al que despediste, para siempre... allí.

Pero, conforme subimos, esas largas escaleras, le da tiempo a uno a recomponerse un poco, a esconder los sentimientos pasados, a tragarse esas lágrimas que quieres asomar, a respirar a fondo, a pensar y a decirse en voz baja... "es la vida, ésto es lo que hay".

Después llegas y das tu más sincero abrazo, tu más sincero beso y tu más sincero pésame.
Y haces tuyo el sentimiento que, ese amigo, tiene en ese triste momento.

"Es la vida, ésto es lo que hay".
MPALACIOSH