20150903

SEXO:

Una historia evolutiva

 

El jardinero ritual apareamiento aveAl principio de la vida la reproducción fue únicamente asexual: una bacteria  simplemente duplicaban su materia genético, dando lugar a dos células clónicas que podían repetir el proceso indefinidamente en una perpetuación prácticamente inmortal. Pero de pronto, hace unos  1.000 millones de años algunos organismos empezaron a reproducirse de una manera extraña y complicada: mediante el sexo. Y desde el punto de vista evolutivo este proceso presenta varias desventajas a la hora de la perpetuación de los genes respecto a la simple y eficaz reproducción asexual. 


 El primero es el costo de la meiosis: la mitad de los genes de un individuo parental se pierden al engendrar cada nuevo hijo, de tal manera que si un padre/madre quiere asegurarse que todos sus genes vayan a pasar a la siguiente generación, por mero azar necesita criar muchos más de dos hijos, en el caso que nos ocupa además hay que tener en cuenta el número de cromosomas de cada especie, por lo que en la práctica en organismos superiores es prácticamente imposible que un individuo pueda transmitir todos sus cromosomas, y por tanto todos sus genes a la siguiente generación. 


La segunda es el costo evolutivo de producir machos: en la mayoría de las especies sexuales, los machos (que suelen ser alrededor de la mitad de la población) tienen una muy baja o casi nula contribución en la supervivencia de la progenie, por lo que la reproducción sexual puede ser altamente ineficiente ya que en la práctica un macho puede fecundar a multitud de hembras. 


Y tercera desventaja: el sexo implica una búsqueda de pareja, generalmente un cortejo y un posterior apareamiento, y todo ello supone en términos evolutivos una gran inversión en tiempo y en esfuerzo, recursos que de otra manera podrían haber sido utilizados por el organismo para cubrir mejor sus necesidades básicas: buscar comida o agua o evitar depredadores. Es por ello que a cambio el sexo suele ser tan placentero e intenso (aunque muchas veces sea por un brevísimo lapso de tiempo), porque sólo hay que imaginar a ese pavo real desplegando esa vistosa cola, esas tan poco prácticas por enormes cornamentas o esos cantos o llamadas de cortejo tan llamativos que despliegan los machos de multitud de especies, fenómenos que en todos los casos parecen estar diciendo: depredadores estoy aquí distraído con el sexo y por tanto disponible para poder convertirme en vuestra próxima cena. 


Entonces, la pregunta que lleva intrigando a investigadores de las más diversas ramas durante mucho tiempo es porque si miles y miles de especies son asexuadas ¿por qué, sin embargo, otras miles de especies se reproducen a través de ese ineficiente y costoso invento evolutivo llamado sexo?

 

http://lacienciaysusdemonios.com

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