OJOS TRISTES
Debido a mi trabajo, tengo contacto
permanente con niños. No, no trabajo en un parque de atracciones, ni
trabajo en una guardería.
Debido a mi trabajo tengo contactos con
niños, con niños que han perdido la sonrisa, niños con ojos
tristes... niños enfermos.
También tengo contacto con sus padres,
padres que aman a esos niños, padres que sufren por sus hijos,
oncológicamente, enfermos.
Debido a mi trabajo tengo que crearme
una coraza, tengo que aislarme de la empatia con esos padres, que han
perdido la alegría de la cara, porque conocen el incierto desenlace
de su hijo enfermo.
Debido a mi trabajo, he visto la cara
del sufrimiento a diario, he visto la cara de la resignación en
hijos y padres.
Debido a mi trabajo, sé apreciar la
salud de mis hijos y disfruto mientras observo como crecen felices,
dándome a mi, también, la felicidad.
Debido a mi trabajo, he aprendido a
valorar tantas cosas, que todos deberíamos valorar y no perder
nuestro tiempo con problemas ínfimos y pasajeros, cuando la sonrisa
de nuestros hijos es el mayor de los tesoros.
Debido a mi trabajo, desde el fondo de mi mente, sé valorar la
luz, sin haber conocido la obscuridad.
MPALACIOSH