Por la mañana, nos apresuramos pa ir al trabajo. Una vez que llegamos a él, nos apresuramos para hacer que las 8 horas pasen más rápido.
Por la noche, entramos corriendo por la puerta de nuestra casa, nos apresuramos a besar a nuestros seres queridos y apresuramos el paso para lanzarnos frente a la televisión, con el móvil en mano o la tablet en nuestros brazos.
Nos apresuramos desde que éramos jóvenes.
Entonces nos damos prisa para comprar una casa con grandes deudas, o de por vida.
Elegimos tener hijos, a los que estamos criando de prisa, preguntándonos. luego "¿en qué momento crecieron tan rápido?
Sólo entonces entra en nuestro vocabulario la expresión:
"Espera un minuto... "Creo que eso te suena familiar.
Última visita a casa de tu abuela, te apresuras por volver a la tuya, ella, sosteniéndote de la mano y diciéndote con voz temblorosa: “Espera hijo un poco más, quien sabe si te volveré a ver. . ..”
Hace aproximadamente un siglo y medio, John Ruskin, que venía de una familia muy rica, escribió:
"La riqueza no es tan valiosa como la vida misma, piensa en cuántas veces escuchas la pregunta "¿Qué hiciste con todo ese dinero que acumulaste?"
"Y cuántas veces has oído a alguien preguntar, "¿Qué has hecho con tu vida?" “¡Así que Vive el hoy, el mañana no existe!
"Eso suena impactante, pero es la realidad, morimos y nada nos llevamos.
Por eso los italianos lo llamaron simplemente: "Hoy estás en la Tierra, mañana estarás en la tumba”.
"En la Tierra puedes dejar huellas o sombras. En la tumba, ya no eres ni un rastro o ni una sombra. "
Que triste es analizar nuestra vida y ver qué nos preocupamos tanto de lo material que hacemos morir o enfermar nuestros sentimientos, la sencillez de las cosas.
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