EN LA VIDA...
En la vida y en todo, hay un momento crítico que marca la diferencia entre aquellos que solo sueñan y aquellos que realmente logran.
Ese momento es cuando tomas la decisión consciente de ser disciplinado, de hacer lo que se necesita, independientemente de tus sentimientos o estados de ánimo.
Esta es la fuerza detrás de cada transformación, cada meta alcanzada, cada éxito en el gimnasio y en la vida.
Es fácil trabajar hacia tus metas cuando te sientes motivado.
Pero es en los días cuando no quieres hacerlo, cuando te cuesta levantarte de la cama, cuando te sientes cansado, cuando estás desanimado, cuando parece que no hay progreso, es en esos días cuando la verdadera disciplina se pone a prueba.
Y es en esos días es cuando más cuentan tus esfuerzos.
La disciplina no es una cuestión de motivación, es una cuestión de compromiso.
Un compromiso contigo mismo y con tus metas.
Cuando eliges la disciplina, eliges la autotrascendencia.
Eliges el éxito.
Eliges convertirte en la mejor versión de ti mismo, no solo físicamente, sino en todas las áreas de tu vida.
Porque la disciplina es el puente entre tus metas y tus logros.
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