20190301


-        CICLOS         -

Se empezó, esta aventura, con amigos suficientes para hacer dos equipos de fútbol, que gran día fue ese, que gran día. Después de tantos y tantos años de rodar cada uno por su lado, de pronto, casi mágicamente, ahí volvíamos a estar casi todos, como una gran familia feliz, con los ojos y los corazones llenos de ayer, pero... 

El tiempo, la falta de empatía, el desinterés, la apatía y otros factores, fueron haciendo su trabajo de cribado y, aquel grupo inicial de casi 30, se fue mermando, se fue deshilachando, quedando solo, al poco tiempo, para formar un equipo de fulbito o poco más. Pero aun así, se siguió dando guerra, luchando por un sentimiento muy noble, la AMISTAD, 

Se siguió con unas bonitas ganas renovadas, con ganas de comernos esos años que nos mantuvieron alejados, con hambre de amigos, hambre de Buenos Amigos. 

Así estuvimos, un tiempo, en la cresta de la ola, surfeando con nuestras historias y con nuestros recuerdos, reviviendo lo vivido y viendo como chispeaban, nuestros ojos, en cada relato, en cada historia... de cada Reunión, de aquellos valientes que decidimos no abandonar el barco de la Amistad y, después de pensar todo lo que se estaban perdiendo los que fueron saltando por la borda, nosotros, seguir navegando a toda vela. Pero... 

El tiempo pasa, ese implacable enemigo, que nos obliga a ser, cada día, más sabios, haciéndonos conocer la esencia de las personas, haciéndonos saber quien habló de corazón y quien solo lanzó palabras vacías al viento.

Nadie se puede esconder del tiempo. 
El tiempo quita  máscaras y lo revela todo...  absolutamente todo. 

El hambre de amistad también pasa, la hoguera pierde su fuerza y empieza a dar menos calor y, después de esa euforia rabiosa y sincera, llega la calma, la jodida calma, el acomodo y, con él, empieza a morir lentamente ese joven del recuerdo y empieza a surgir el adulto, ese adulto que no conocemos y, de pronto, nos miramos y vemos que nos hemos convertido en unos extraños, extraños con rostros que recordamos.

Ya, casi ni damos para una partida de dominó, a veces, ni pa eso. 
No digo que esto sea el fin, tampoco digo que esto sea el principio del fin, pero tengo la desagradable sensación de que, muy bien, puede ser el fin del principio. 

Creo que ahora se nos abre una nueva etapa donde ya entran en el juego estos adultos desconocidos, adultos que se van conociendo ahora, poco a poco. Adultos que te caerán mejor o te caerán peor. 
Una nueva etapa que no tiene absolutamente nada que ver con aquella que, con nostalgia, recordamos. 

Somos unos nuevos/viejos amigos y como tales tendremos que tratarnos. 
Somos unos desconocidos y, cuanto antes lo aceptemos, antes podremos seguir caminando, creando unos nuevos lazos de amistad, que serán los que nos guíen de ahora en adelante, en esta nueva etapa. 

Lo pasado es historia, fue bonito, indudablemente lo fue, pero ya es historia. 
Unos ciclos se van cerrando y nuevos ciclos se van abriendo y: 
- hay que aceptarlos o no
- adaptarse al cambio o no 
- seguir caminando juntos o no 
- renovar esta amistad… o no

Donde ayer,  algunas voces,  resonaban grandilocuentes, gritando amistad eterna, hoy solo yacen en un sordo y frío silencio. 
Cuando, en un grupo, el fantasma de los silencios aparece, la magia del grupo muere y la triste presencia de los silencios, lo va inundando casi todo. 
Si quieres matar a un grupo, aliméntalo de silencios. 

Pero sacudamonos de silencios y vamos a enterrar ciclos pasados, que ya no nos sirven como referencia, vamos a mirarnos con unos nuevos ojos, con una mirada limpia y clara y emprender un nuevo camino con una nueva amistad de adultos que, poco a poco, los que vayamos quedando por aquí, iremos consolidando y estrechando estos nuevos lazos que se han creado dando lugar a una bonita y nueva amistad. 

Dicho esto... 
Solo puedo ofrecer
Suerte, al que se aleje. 
Y mi amistad, al que se quede.

Así que enterremos el pasado y que siga la fiesta, que, lo mejor, siempre está por venir.
MPALACIOSH 



No hay comentarios:

Publicar un comentario