20170505

- EL TIEMPO -


Hace tiempo que no escribo ná, quizá demasiado tiempo. Pero la inspiración se mueve por impulsos y, tal vez, también quizá, no haya habido motivación para que esta inspiración haya decidido salir a pasear y expresarse.

Hoy y ahora, me apetece.
Si tienes a bien acompañarme, encantado de que paseemos  juntos, es un placer.
Pues paseemos:

¿Quién es el que tiene la temeraria osadía de decir que el TIEMPO pasa?.
¿Quién puede soltar semejante insensatez?
¿Quién no se ha parado a pensarlo mejor?

Viendo este corto video podemos apreciar que todo se repite, el tiempo no pasa.Quizás, porque el TIEMPO sólo sea una ilusión. O, sencillamente, quizás porque el TIEMPO sólo exista en nuestra mente.
Porque estos mismos niños que hoy corretean y juegan por esas estrechas calles, hace veinte años también lo hacían y hace cuarenta y tantos años, también. Las ganas de disfrutar, de divertirse, de pasarlo bien, son las mismas siempre, eso no cambia. Sólo cambian las caras.
Las caras de hoy no las reconozco, lógicamente, pero, en su alegría y despreocupación, veo las caras de aquellos niños de hace cuarenta y tantos. Esas caras que, si conozco y recuerdo, las caras de mi niñez.
Las caras de nuestra niñez.

El TIEMPO es ese silencioso observador que nos mira y se ríe de ti y de mi. Bueno, de ti no sé pero de mí, seguro que sí cuando lo intento retar, reto que sabe, inexorablemente, que gana siempre, aunque, a veces, me va dando algo de vidilla pa que me confíe.

El TIEMPO nos va dando y, luego, nos va quitando, para, más tarde, volver a darnos y volver a quitarnos. Y así nos va entreteniendo, aunque, el muy sabio, siempre nos quita más de lo que, luego, nos devuelve, para que, con el pasar suyo, pesen más los huecos dejados que lo huecos repuestos.
Para que, al final, pesen más nuestras nostalgias, que nuestras ilusiones.
Hasta que, al final, nos lo quita todo. Al final, nos deja hasta, sin nosotros mismos.
Hasta que al final, pues eso...el final.

MPALACIOSH

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