JAMÁS ESTÉS DE VUELTA DE NADA...
Huye de la monotonía, educa tu vista, afina tu sensibilidad... jamás estés de vuelta de nada.
No te conformes con captar tan sólo una milésima parte de lo que se manifiesta a tu alrededor; averigua qué más está ocurriendo. No vagues indolente, ciego a lo que te rodea. Fuérzate a descubrir lo que se esconde tras una primera y superficial lectura de lo que sucede.
Aplica esta fórmula a tu trato con las personas, a la percepción del sabor del agua y de las comidas, a los sonidos del día y de la noche, a las sensaciones asociadas a la respiración... Todos los campos te aportarán algo nuevo y enriquecedor si te paras a sentirlos, a “escucharlos”. Descubrirás así que “esto”: el mundo, tu vida..., es infinitamente más grande de lo que parece a primera vista.
De mi Amigo J. G. LL.